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Dallas mostró que puede jugar físico de ese lado del balón y crear jugadas, como este domingo en Washington, al que no sólo venció 27-20, sino también por golpeo y mentalidad sobre el ataque rival.

 

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El entrenador Mike McCarthy garantizó el triunfo en Washington este domingo. Y su defensa salió a respaldar sus palabras de principio a fin; muy diferente a su ofensiva, que pasó sin pena ni gloria por el partido. La defensiva de los Cowboys sigue mostrando que puede jugar a un nivel élite y cada vez es más consistente. Si se considera que con equipo completo de titulares pueden jugar como hicieron sobre Washington, los próximos rivales pueden empezar a preocuparse más.

 

 

El marcador no refleja el dominio que tuvo al defensa de Dallas sobre Washington la gran mayor parte del partido, porque permitieron jugadas grandes en la segunda mitad y su ofensiva no se acabó el reloj con series largas, consumidoras de tiempo. «Este no es futbol de fantasía», dijo McCarthy. «Me hubiera gustado tener el juego más abierto en la segunda mitad, pero al final del día, cosas suceden. Es un gran triunfo de equipo». La defensa de los Cowboys provocó y recuperó cuatro entregas de balón, incluido balón suelto en la décimo segunda captura de la temporada, segunda de la tarde, para el novato Micah Parsons, que el ala defensiva Dorance Armstrong regresó para touchdown.

 

 

 

Fueron en total tres balones sueltos de Washington; cada uno provocado por jugadores de los Cowboys y una intercepción del recién regresado ala defensiva Randy Gregory, quien primero golpeó el balón, antes de atraparlo él mismo. Gregory representó todo lo que se esperaba con tantas ansias en The Star esta semana por ver a la línea defensiva proyectada titular al mismo tiempo esta temporada, junto a DeMarcus Lawrence y Neville Gallimore; los últimos dos con captura en su cuenta personal.

 

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Washington sólo movió el balón 224 yardas totales; la gran mayoría en la segunda mitad, porque en la primera la repasada defensiva de Dallas parecía histórica. Llegaron al tercer cuarto con ventaja 24-0. Capturaron a Taylor Heinicke cuatro veces, pero lo golpearon cualquier cantidad más, hasta que salió lastimado con 122 yardas de 11 completos en 22 intentos para frenar la racha de su equipo en cuatro victorias. Al siguiente quarterback, Kyle Allen, Parsons y sus compañeros también le hicieron la vida imposible. Solo completó cuatro pases para 54 yardas…

 

 

Esa defensiva mostró una vez más que puede darle respaldo a las palabras de sus entrenadores. Y más importante, oportunidades a su ofensiva, cuya preocupación debe estar creciendo cada semana, ya que lucen erráticos, fuera de ritmo y con nulo ataque terrestre. Peor todavía, sin Pollard, quien faltó por la lesión en el pie que impidió entrenara en la semana. Son más las jugadas individuales y chispazos que por momentos pueden hacer algunos jugadores como CeeDee Lamb, Amari Cooper y Michael Gallup, que series continuas con balance, bloqueo y tranquilidad.

 

 

 

Dak Prescott está lejos de la forma que mostró a principio de temporada. Se cansa de reiterar que está sano por completo, pero sus números y su ejecución distan mucho de indicar tal cosa. Cierto que hasta Lamb se culpó de que algunas trayectorias habían sido erróneas o fuera de tiempo en semanas anteriores, como acusó el dueño y gerente general Jerry Jones. Pero es evidente, por momentos, la falta de precisión e impaciencia para soltar el balón de Prescott, quien duda demasiado para correr él mismo el balón en situaciones críticas, sobre todo de tercera oportunidad, aunque frente a él haya una avenida por completo, como sucedió varias veces en Washington.

 

 

 

«Tenemos altos estándares y expectativas para nosotros mismos», dijo Prescott. «Pudimos movernos muy al principio, conseguir un gran liderato, pero debemos ser capaces de finalizar y no dejar que ellos (rivales) regresen al partido». Para colmo, Prescott tendrá que lidiar toda la semana con la lesión, otra vez, de Tyron Smith, su tackle izquierdo titular, del mismo tobillo izquierdo que lo mantuvo fuera tres semanas esta misma campaña. «Hay mucho valor en este tipo de triunfos», dijo McCarthy. «Para llegar a donde queremos ir, necesitamos atravesar estas situaciones. No me mal entiendan, pero también hay beneficios en la adversidad. Y hoy superamos eso».

 

 

 

Por segunda semana, dirán muchos que fue un triunfo feo, a pesar de la ofensiva, pero igual cuenta. Los Cowboys (9-4) están 2-0 en diciembre, ambos triunfos como visitantes, y con la victoria de este domingo sus posibilidades de postemporada se reducen a un triunfo más en cuatro oportunidades. La próxima semana visitan a los Giants, a los que apalearon con una ofensiva explosiva a principio de temporada, y frente al que tendrán otra oportunidad de meter en ritmo su ofensiva y seguir invictos en el Este de la Conferencia Nacional, donde hoy tienen marca 3-0. «Lo mejor está por venir. Creo que este es sólo el principio», dijo Parsons sobre el desempeño de la defensiva.

 

 

 

 

Y los Ravens volaron bajo…

 

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