Culetazo en Turín y Neymar se lesionó

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El Barcelona logró sobreponerse a las adversidades, tras salir tocado del Clásico perdido contra el Real Madrid y lastrado por las bajas defensivas, y, fiel a su estilo y liderado por el argentino Lionel Messi, autor de un gol de penalti, se impuso por un autoritario 0-2 al Juventus en Turín para colocarse líder con el pleno de puntos en el Grupo G.

 

 

Un gol del francés Ousmane Dembelé al cuarto de hora, rubricado en el 91 por un penalti anotado por Messi, dejaron tocado a un Juventus gris, que vivió una nueva pesadilla europea sin el portugués Cristiano Ronaldo, que no pudo reencontrarse con Messi al seguir dando positivo por coronavirus. Intentó cambiar la historia del partido el español Álvaro Morata, al que fueron correctamente anulados hasta tres goles por fuera de juego, pero el veredicto del campo fue merecido para un Barcelona que, de tener más pegada, habría podido sellar su primera victoria en Turín con un resultado mucho más abultado.

 

 

Alvaro Morata le anotó tres goles a Barcelona. Podría reclamar el balón del partido, como suelen recibir los que anotan un hat trick. Sin embargo, la tecnología le impidió llevarse ese premio y su equipo perdió por 2-0 en su estadio, en la segunda fecha de esta temporada de la Champions League. Los tres tantos que marcó el delantero de Juventus fueron invalidados por el VAR. El equipo del holandés Ronald Koeman se colocó líder en solitario con seis puntos en el grupo G, con el Juventus segundo con tres puntos. El Dinamo Kiev y el Ferenvaros cierran la clasificación con un solo punto.

En un Juventus Stadium desierto, el Barcelona, en el que Koeman realizó cinco cambios con respecto al once del Clásico, con Antoine Griezmann, Dembelé, el bosnio Miralem Pjanic y Sergi Roberto de titulares, impuso su estilo desde el comienzo al ritmo de Messi. El argentino mandó en posición de tres cuartos y dirigió un festival de combinaciones y jugadas ofensivas que llevaron al límite a la zaga juventina, huérfana del holandés Matthijs De Ligt y Giorgio Chiellini y con un Leonardo Bonucci que se recuperó a última hora.

 

 

Pudo empatar el Juventus en el 55, cuando Morata volvió a marcar, pero de nuevo en fuera de juego. Sin embargo, los hombres de Pirlo temblaban tremendamente en defensa, que estuvo repetidamente al borde del precipicio ante unos remates de Messi y Pedri, que terminaron fuera a la hora de juego y de Griezmann, que rozó el poste en el 75. Un dominio que acabó con el 2-0, después de que el Juventus también se quedara con diez por la doble amonestación al turco Merih Demiral, cuando un penalti conseguido por Ansu Fati fue transformado por Messi para el definitivo 2-0.

 

Sevilla psuo saborear el triunfo

 

 

 

 

El entrenador del Sevilla, Julen Lopetegui, destacó este miércoles el «partido completo, con ocasiones y sin conceder en defensa», realizado por su equipo, que se impuso por la mínima (1-0) al Rennes francés en encuentro de la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Lopetegui subrayó el «mérito» que encierra el haber «dominado» a un «Rennes que tiene gol, mucha calidad arriba y en defensa te obliga a estar concentrado», por lo que «el trabajo defensivo» permitió al Sevilla ser «muy continuo para llegar de diferentes maneras y era cuestión de insistir hasta que llegara el gol».

El preparador vasco señaló que el lateral zurdo argentino «Marcos Acuña ha hecho un partido interesante, en la línea del equipo» y también mencionó al central francés Jules Koundé, pues «no era sencillo tener esa concentración tras varios partidos sin jugar» por estar en cuarentena por su positivo en la covid-19. Lopetegui cree que la de su grupo de Liga de Campeones «será una clasificación igualada hasta el final» pero ahora prefiere «aparcar la Champions» y aprovechar «la alegría y energía que siempre da ganar» para «hacer rápido la adaptación» para el «partido del sábado en San Mamés» ante el Athletic Club.

 

Chelsea goleó y gustó

 

 

El Chelsea logró hoy una clara victoria ante un debutante en la Liga de Campeones, el Krasnodar ruso (0-4), en un partido en el que los ingleses demostraron mucha más pegada que juego. A falta de brillo, el equipo londinense demostró que tiene un gran fondo de armario. Fue suficiente con un gol en la primera parte y tres en el último cuarto de hora, cuando los rusos más achuchaban, para sumar los tres puntos.

El mejor jugador del encuentro fue Ziyech, fichado esta temporada del Ajax. Las intervenciones del zurdo marroquí fueron lo único destacado del equipo de Frank Lampard durante casi todo el encuentro. El técnico inglés aún tiene mucho trabajo por delante para lograr engrasar la máquina de un equipo que hizo un desembolso multimillonario este verano. El Krasnodar llegaba con importantes bajas en su once titular: el sueco Claesson, el francés Cabella y el brasileño Wanderson.

Mientras, Lampard tenía donde elegir. Con respecto al empate en la primera jornada ante el Sevilla, introdujo cuatro cambios: Thiago Silva se quedó en Londres, mientras Kante, Pulisic y James arrancaron desde el banquillo. Los “toros” no se arredraron y salieron a por el partido desde el pitido inicial. Mendy, que se ha asentado como titular en la portería por delante de Kepa, tuvo que ejercitarse a fondo a los tres minutos para desviar con las yemas de los dedos un disparo colocado de Utkin que se colaba entre los tres palos. Que los ingleses tienen un problema de gol, es evidente. Pero desaprovechar un penalti no estaba dentro de los planes del Chelsea.

 

 

Un penalti tonto cometido por Kaio a Werner dio la oportunidad a los visitantes de adelantarse en el marcador. Jorginho lo lanzó como Bruno Fernandes, dando un salto antes de disparar, pero el balón fue escupido por el poste y después de golpear la espalda de Safónov fue despejado por la defensa rusa. (min.14) El Chelsea aburría con muchos pases horizontales y únicamente Ziyech lo intentaba desde la izquierda con cierto peligro. Mientras, los locales lanzaron varios contraataques muy bien intencionados, aunque le faltó acertar en el último pase.

El gol llegó en una jugada aislada. De nuevo el zurdo marroquí criado en Holanda inició la jugada, el balón llegó a Hudson-Odoi, cuyo flojo disparo se le escapó incomprensiblemente de las manos a Safónov, considerado el futuro portero de la selección rusa. (min.37) No se sintió más cómodo el Chelsea con el resultado a favor. En la segunda parte los rusos siguieron adelantando líneas, mientras Lampard se desgañitaba en la banda. Gazinsky pudo marcar en una jugada iniciada por Ramírez y a la salida de un córner el centrocampista ruso remató al larguero a la salida de un córner.

Los rusos acorralaron al equipo londinense. Sólo faltaba superar a Mendy. El portero senegalés mantenía vivo a su equipo. Mediado el segundo tiempo Lampard perdió definitivamente la paciencia e hizo un cambio a la rusa. Tres cambios de golpe, dos de ellos de ataque: Mount y Pulisic. Los cambios dieron un resultado inmediato. Un disparo del joven internacional inglés, Mount, fue despejado con la mano por Martinóvich. Penalti claro. Jorginho no quiso asumir la responsabilidad desde los once metros. Werner, que apenas había participado en el juego, no falló. (min.76) A partir de ahí, se hundió el equipo local. Lo aprovecharon los pupilos de Lampard para finiquitar el partido. Werner penetró en el área grande, le cedió la pelota a Ziyech, el mejor jugador de la noche, que mareó a la defensa rusa y anotó el tercero. (min.80) El recién entrado Pulisic puso el último clavo en la tumba del Krasnodar con un gol en el minuto 90 a pase de Abraham. El Chelsea se pone líder del grupo E a la espera del partido entre Sevilla y Rennes.

 

Lazio y Brujas de la mano

 

 

Un gol del argentino Joaquín Correa en la primera parte le permitió al Lazio conseguir ante el Brujas un meritorio empate (1-1), ya que la covid-19 obligó al entrenador Simone Inzaghi a dejar en Italia a muchos de sus jugadores habituales. El empate permite a los italianos compartir el liderato de su grupo con cuatro puntos junto al Brujas, que mereció más en los segundos 45 minutos pero no encontró portería. El Lazio se plantó en el césped con una alineación desconocida. Sólo seis titulares del partido contra el Borrusia Dortmund de la semana pasada pudieron repetir en el once inicial, ya que figuras como Luis Alberto, Ciro Immobile, Andreas Pereira, y Lucas Leiva tuvieron que quedarse en Italia.

Joaquín Correa fue determinante, especialmente al comienzo del encuentro, y el portero español Pepe Reina brilló en la segunda parte, cuando su equipo más lo necesitó, con un par de paradas que bien pudieron significar la victoria de los belgas. Correa probó suerte en el minuto cuatro con un disparo flojo que atajó Mignolet sin problema, pero no perdonó en la segunda que tuvo. En un rápido ataque de los italianos, Adam Marusic le dio un pase horizontal en el borde del área. El exsevillista se llevó a Simon Deli sin tocar la pelota y batió al portero del Brujas con un espléndido zurdazo.

 

 

Los belgas siguieron atacando, pero ni Rits ni Eduard Sobol encontraron portería. El Lazio por su parte dejó probó fortuna a balón parado y, en una de esas, Vedat Muriqi cabeceó demasiado arriba. Fue un milagro que ninguno de los dos equipos metiese en los últimos quince minutos. En el 77 fue el turno del portero Mignolet para lucirse, cuando despejó a córner un fuerte disparo de Milinkovic-Savic. Un despiste de la defensa italiana casi le costó el partido justo después. Reina no pudo atajar un duro disparo y Ruud Vormer mandó el rebote demasiado arriba. Luego, De Ketelaere hizo un buen recorte en el área, pero su chut fue tapado por la defensa. Poco después, en la otra área, Pereira recibió en el área solo y, en lugar de disparar, se entretuvo con la pelota, dejando dejó que un defensor del conjunto belga bloquease su chut. El Brujas atosigó en el descuento sin éxito. Con este resultado, la clasificación del grupo F se aprieta. Brujas y Lazio comparten liderato con cuatro puntos, el Borrusia Dortmund suma tres y el Zenit se queda a cero.

 

PSG ganó… pero Neymar se lesionó

 

 

El París Saint Germain transita con dudas por la nueva edición de la Liga de Campeones, derrotado en casa en la primera jornada y ganador este miércoles con un 0-2 más apurado de lo que aparentó el marcador contra el Estambul Basaksehir, al que superó sin Neymar, fuera del duelo por lesión en el minuto 25, y con un doblete de Moise Kean en la media hora final.A falta del atacante brasileño, que pidió el cambio por una dolencia muscular, sin la mejor versión de Ángel Di María ni de Kyllian Mbappe ni de todo su equipo, Kean tomó el protagonismo del choque, oportuno para aprovechar el regalo que le ofreció en el 0-1 su adversario en el minuto 64, porque estaba solo para cabecear un córner. Luego sentenció a la media vuelta a la contra en el 79.

 

 

Ya no estaba Neymar sobre el terreno, fuera de combate desde el minuto 20, atendido en la banda y reintegrado al campo para pedir inmediatamente después su relevo (entró Sarabia por él), y había sufrido por momentos el conjunto francés con el 0-0 inquietante en el que se movió el duelo hasta entonces, sin el equipo galo con las soluciones que requería el partido y sin la certeza del control sobre su oponente, que asustó más de una vez a Keylor Navas. Fue compleja su victoria. Primero porque enfrente había un rival muy competitivo, más de lo que aparenta su inicio de curso o su debut en la fase de grupos de la Champions; después, porque la ofensiva alineación inicial del discutido Thomas Tuchel redundó durante 25 minutos tanto en el ataque que menospreció el equilibrio, tan determinante en el fútbol actual; y porque no fue concreto.

En la conjunción de todos esos parámetros, el PSG dudó más de la cuenta. No se sintió ganador hasta el 0-2. Ni tampoco el dominador absoluto y previsible que se intuía. Por momentos, ni siquiera tuvo el control. Ni en el tramo inicial, cuando Neymar seguía en el terreno y su 4-4-2 era más un 4-2-4 del que sólo defendían seis o siete hombres, ni en algún tramo posterior, demasiado inquieto.

 

 

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