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La española Garbiñe Muguruza ha confesado que no estaba «preparada para el gran vacío» que ha sentido al no jugar. Mónica Puig de Puerto Rico competirá en el Abierto de Charleston, en Carolina.

 

 

Garbiñe ahora considera que este periodo de confinamiento por el coronavirus puede haber sido una buena preparación para el día en que toque «colgar la raqueta». «Cuando me planté en mi casa, confundida y sin ningún plan, pensé: ‘Y ahora, ¿qué?’. Mi vida, en la que estoy acostumbrada a un ritmo frenético de viajes, presión y esfuerzo físico, se ha visto detenida de un día para otro. No estaba preparada, sobre todo para el gran vacío que he sentido al no poder hacer lo que mejor sé: jugar al tenis. Y, en especial, no estaba preparada para no poder rellenar ese tiempo con nada que se le compare», afirma la ganadora de Wimbledon y Roland Garros en un artículo que publica la revista Vogue.

«Mis maletas llevan más de dos meses en casa y, para mi sorpresa, no tengo prisa por rehacerlas», señala. «El mundo ha dicho stop y nos ha puesto en nuestro sitio. Ahora los días realmente tienen 24 horas. Los minutos apenas pasan y eso supone que mi cabeza se vea invadida de ideas», añade Muguruza, que a finales de febrero preparaba en California (EE.UU.) el torneo de Indian Wells cuando la competición fue cancelada, lo mismo que la siguiente en Miami, y ella tuvo que regresar de forma apresurada a su casa en Ginebra (Suiza). «Parecía que cada hora que pasaba el mundo se iba desmoronando un poco más. Lo que me había parecido algo impensable, como la cancelación de dos de los mayores torneos de tenis del mundo, se volvió de pronto algo insignificante. Habíamos salido de golpe de nuestra burbuja del circuito profesional de tenis. Lo que se nos venía encima», comprendió la jugadora, «era mucho más grande y grave».

En su artículo, la jugadora nacida hace 26 años en Caracas subraya que desde hace diez años nunca había estado más de un mes en el mismo sitio. «Estoy batiendo un récord. La última vez fue cuando me operé del tobillo y no pude andar durante varios meses. De eso hace ya casi una década», dice. El confinamiento por la pandemia ha supuesto para ella «un codazo». «La vida te dice: ‘Eh, hay muchas más cosas que el tenis, quizás sea un buen momento para que te prepares para cuando ese día llegue. Para cuando tengas que colgar la raqueta’”. La decimosexta jugadora de la actual clasificación mundial se siente «rodeada de un mundo superficial: medios de comunicación, cámaras, gente interesada o la famosa sociedad donde lo más importante es el Bentley que tienes».

«No me siento identificada con ese mundo, es vacío, es soledad, placeres efímeros. Son las experiencias únicas y compartidas las que nutren, alimentan tu visión, tu perspectiva y las ganas de vivir», dice Muguruza, antes de mencionar un viaje a Tanzania el pasado octubre, con subida al Kilimanjaro incluida, como la experiencia más dura de su vida pero también una de las más gratificantes. «Fue la primera vez que semejante esfuerzo era solo para mí y para nadie más. No había ni trofeo, ni cámaras, ni un cheque. Solo la satisfacción personal que me dio esa experiencia», apunta. Pero el tenis, dice, «es mi pasión, mi trabajo, mi herramienta para conseguir mi tan ansiada independencia y libertad, para controlar mis propias decisiones y mi vida como mujer libre».

Muguruza, a quien en un futuro le gustaría hacer entrevistas a personajes interesantes, aprender costura y diseño, cocinar o «coger un pincel y un lienzo por primera vez y que salga lo que tenga que salir», ha aprovechado la cuarentena para retomar sus estudios y ha terminado cuatro cursos: dos de nutrición y salud, de la Universidad de Stanford; uno de psicología, de la Universidad John Hopkins; y uno de ciencia del ejercicio, por la Universidad de Colorado, enumera la jugadora.

 

Boricua Mónica Puig  al Abierto de Carolina

 

Mónica fue medalla de oro en los Olímpicos de Rio de Janeiro en el 2016.

 

La tenista puertorriqueña Mónica Puig volverá a las canchas el próximo 23 de junio en Charleston, Estados Unidos, donde disputará sin público en las gradas una competición que contará con 16 jugadoras de la Asociación de Tenis de Mujeres (WTA, en inglés). Puig, medalla de oro en las Olimpiadas de 2016 en Río de Janeiro, anunció este lunes su esperado retorno a través de su cuenta en la red social de Instagram en el torneo Credit One Bank Invitational en el que la acompañarán Sloane Stephens, Bianca Andreescu, Sofia Kenin y Victoria Azarenka, Madison Keys y Bethanie Mattek-Sands.

Medios estadounidenses informan de que el torneo significará la vuelta del tenis profesional desde que a mediados del pasado mes de marzo la pandemia de la COVID-19 provocara un obligado parón en el mundo deportivo. El torneo en el que participará Puig incluirá 16 partidos de sencillos y ocho de dobles, aunque todavía no se conocen detalles del formato de la competición. «¡Estamos de vuelta! El 23 de junio vuelve el tenis: THE 2020 (RE) OPEN TOUR #PicaPower», señala Puig en su cuenta de Instagram sobre la vuelta a las canchas.

Medios locales señalan que el torneo se transmitirá por el Tennis Channel y la mitad de las ganancias serán donadas a los trabajadores de salud del Medical University de Carolina del Sur. Puig dejó las canchas temporalmente en octubre pasado y en diciembre se sometió a una operación del codo derecho con el objetivo de en marzo. Puig es actualmente número 90 en la clasificación mundial de la WTA

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