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Las Panteras de la Florida estaban heridos de muerte tras perder al hilo tres partidos de la serie final por la Copa Stanley, el máximo galardón de la Liga Profesional de Hockey sobre Hielo (NHL).
30 años después de haberse establecido la franquicia en Miami, una ciudad sin tradición en este deporte, y tres viajes a la Final de la Liga, fueron el antecedente para que anthers lograran la proeza. Un encuentro en el que Carter Verhaeghe adelantó a los Panthers en el primer periodo antes de que Mattias Janmark pusiera el empate apenas dos minutos después. A mediados del segundo periodo Sam Reinhart logró el 2-1 que hizo que los Panthers conquistasen su primera Stanley Cup y evitasen la histórica remontada de los Oilers.
Primero la recuperación, segundo pelearon fieramente y tercero con el aliento de los héroes se llevaron un cerrado triunfo de 2-1 frente a los de Edmonton en la Amerant Bank Arena de Sunrise. Los Aceiteros estaba tratando de convertirse en el primer equipo desde los Maple Leafs de 1941-42 en lograr la barrida inversa, ganando los juegos 4-7 después de perder los Juegos 1-3. También intentaba erigirse en el primer equipo con sede en Canadá que se lleva la Copa Stanley desde los Montreal Canadiens en 1993.
Es la cuarta vez que la Copa Stanley se queda en el estado floridano. Los Lightning de Tampa lo han conseguido en tres ocasiones desde 2004. Curioso que en el Estado del Sol, donde la nieve y el hielo son puras ilusiones de Navidad, el hockey está demostrando fervor y el sur de la Florida está de fiesta.
Con este resultado, de las cinco ligas profesionales de deportes que conviven en Estados Unidos (beisbol, basquet, football americano, fútbol y hockey), las franquicias radicadas en el área metropolitana del estado del sol se han alzado con títulos de campeones en cuatro de ellas, y solo queda la promesa por cumplir del Inter de Miami con Leo Messi a la cabeza. Es cuestión de tiempo. Fue una gran temporada para los Panthers y un justo tributo para el entrenador, Paul Maurice, que es una leyenda de la NHL. Una celebración del hielo en medio de una ciudad que hierve. Un triunfo para un territorio donde el deporte es un destino manifiesto.