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El técnico de Galatasaray Okan Buruk terminó en la grama luego que su contraparte de Fenerbahce José Mourinho le hurgara la nariz en el partido de la Copa de Turquía, el miércoles 2 de abri de 2025, en Estambul. Podria ser investigado y posiblemente sancionado.
El clásico entre el Fenerbahçe y el Galatasaray, correspondiente a los cuartos de final de la Copa de Turquía, cumplió con su habitual carga de tensión y polémica. En esta ocasión, el encuentro, que finalizó con victoria de los visitantes por 2-1, trajo consigo un episodio que vuelve a agitar la imagen del técnico portugués José Mourinho. Una tangana monumental que involucró a jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos fue el prólogo de un conflicto personal entre Mourinho y su homólogo del Galatasaray, Okan Buruk.
Parte del enfrentamiento inició cuando Victor Osimhen, jugador del Fenerbahçe, fue sustituido. Allí se desencadenó una interrupción momentánea del partido y un enfrentamiento que terminó con cuatro expulsados: Demirbay, Barış Alper Yılmaz, Mert Hakan Yandaş, Salvatore Foti y Sandro Zufic. Sin embargo, lo que ocurrió al finalizar el partido captó la atención de medios y aficionados.
Al final del encuentro, y tras consumarse la eliminación de su equipo, Mourinho protagonizó un gesto que muchos describen como un regreso a sus momentos más cuestionados. El entrenador abordó por la espalda a Okan Buruk y le agarró de la nariz, un acto que recordó a la agresión sufrida por el entonces asistente del FC Barcelona, Tito Vilanova, en la Supercopa de España de 2011: aquella vez, le metió un dedo en el ojo. Entonces, Mou justificó su acción con declaraciones igualmente controversiales, llamando al asistente “Pito Vilanova” y dando a entender que desconocía la identidad del afectado.
“José Mourinho está desquiciado en Turquía. Ha perdido por completo los papeles.” Las actitudes polémicas del técnico han sido constantes tanto dentro como fuera del terreno de juego. Durante una rueda de prensa reciente, Mourinho criticó duramente el entorno de la competencia local, declarando que “la liga turca es demasiado oscura, demasiado gris, huele mal”.
En cuanto al plano deportivo, la eliminación de la Copa de Turquía deja al Fenerbahçe con la única oportunidad de conseguir la Süper Lig, donde actualmente se encuentra en la segunda posición, a seis puntos del Galatasaray, aunque con un partido menos jugado. El ambiente en el club, sin embargo, parece estar lejos de la estabilidad.
El clima de alta intensidad dentro del terreno de juego en el partido disputado en Estambul explica parcialmente la existencia de choques físicos y verbales. Entre las sanciones posteriores al enfrentamiento colectivo, cinco figuras relacionadas con ambos equipos fueron expulsadas. No obstante, el foco internacional ha recaído en la disputa entre Mourinho y Buruk, cuyo desenlace, aunque no tuvo consecuencias mayores, no ha pasado desapercibido.
El Galatasaray se encuentra por delante del Fenerbahce de Mourinho en Turquía. Mourinho fue contratado por Fenerbahce en junio pasado para poner fin a la espera del club de Estambul por un primer título de liga desde 2014, y clasificarse a la Liga de Campeones por primera vez en 17 temporadas. Ya ha pasado una década desde que Mourinho levantó un trofeo de liga por última vez: la Premier 2015 con Chelsea, su tercera en Inglaterra, después de dos en Portugal con el Porto, dos en Italia con el Inter de Milán y una en España con el Real Madrid.
Turquía sería el quinto país que Mourinho conquista y ha sido el mismo de siempre en su nuevo hogar, con el clásico rival Galatasaray liderando la liga casi toda la temporada. Mourinho reaccionó mal el miércoles al ser eliminado de la Copa de Turquía en otro derbi de Estambul, agarrando la nariz de Okan Buruk, el entrenador del Gala, después del partido.
En la liga, Fenerbahce está seis puntos detrás de Galatasaray, el campeón de la liga que ha jugado un partido más. La brecha se cerró el fin de semana pasado cuando el paso invicto del Gala terminó al perder 2-1 en el derbi contra Besiktas. Fenerbahce ha perdido dos veces, de visita a Besiktas y en casa contra el Gala en septiembre.
Simplemente extender una racha invicta de cuatro meses a través de las últimas nueve fechas podría no ser suficiente para Mourinho, quien tiene a los delanteros Youssef En-Nesyri y Edin Džeko combinándose para más de un gol por partido. La temporada termina el 1 de junio, un día después de la final de la Liga de Campeones en Múnich. Únicamente el ganador del título accede directamente a la próxima Liga de Campeones, donde Fenerbahce no ha participado desde 2009.