Con tres representantes cada uno, LaLiga española y la Premier inglesa copan los cuartos de final de la Liga de Campeones que se completan con un equipo alemán, el Bayern Múnich y otro de Portugal, el Benfica. Villarreal goleo 3-0 a la Juve y Chelsea 2-1 al Lille.
El Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Villarreal, de España, y el Manchester City, el Chelsea y el Liverpool, de Inglaterra, junto al conjunto bávaro y el cuadro lisboeta componen los ocho supervivientes en la máxima competición europea. El viernes, en Nyon, quedará configurado el cartel de los cuartos de final de la Liga de Campeones con el sorteo previsto para las 12.00 (11.00 GMT). Será un sorteo abierto, sin cabezas de serie ni condicionantes por países. Cualquier equipo puede quedar emparejado con cualquiera, aunque dispute una misma liga nacional.
Quedará definido el tramo final de la competición porque además de determinar los cuartos quedarán previstas las semifinales del torneo y el equipo que ejercerá de local en la final que se disputará en París el 28 de mayo. Las eliminatorias de cuartos de final se jugarán el 5 y 6 de abril la ida y la vuelta el 12 y 13 de abril. Las semifinales están fijadas para el 26-27 abril y 3-4 mayo el segundo encuentro.
El jugador colombiano del Juventus Juan Cuadrado declaró tras la eliminación de Liga de Campeones ante el Villarreal (0-3, 4-1 resultado global) que «no hay explicaciones» para lo sucedido en el Juventus Stadium y que «a veces el fútbol es así». «No hay explicaciones, a veces el fútbol es así. Hicimos una buena primera parte, pero no supimos aprovechar nuestras ocasiones», dijo nada más finalizar el encuentro.
«Luego, en la segunda parte, intentamos mover más el balón, pero ellos se cerraron bien y aprovecharon los contraataques. Es una pena, pero sabemos que estos partidos se pueden decidir por estos episodios», añadió el internacional colombiano. «Creo que hicimos lo que nos pidió el entrenador en la segunda parte, intentar mover el balón para romper su defensa, pero ellos estaban muy bien plantados en el campo. Deberíamos haber intentado superarles en los enfrentamientos directos, como hicimos en la primera parte, pero no lo conseguimos», valoró el jugador, uno de los más activos del partido. Tras la eliminación, el hoy extremo y capitán blanquinegro, aseguró que el equipo tiene que centrarse en la Serie A, en la que se encuentran en cuarta posición.
La eficiencia del Chelsea acalló el amago de remontada del Lille en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones (1-2) en la que los ingleses consiguieron avanzar en una competición en la que su continuidad está pendiente de las decisiones ligadas a su propietario, Roman Avramovich. Sin que se tenga seguridad sobre si el campeón de Europa pueda continuar defendiendo el título logrado el año pasado, ante las sanciones impuestas a su dueño oligarca, próximo al presidente ruso, Vladimir Putin, el equipo entrenado por Thomas Tuchel consiguió con relativa facilidad su billete para los cuartos.
Lo hizo con realismo, ante el empuje de unos franceses que creyeron durante el primer tiempo en la remontada, pero que se vieron frenados por su falta de gol y por el acierto del rival. Impulsados por un público que por segunda vez en la temporada abarrotó las gradas del Pierre Mauroy, los galos apretaron al campeón de Europa, pero demostraron por qué son el equipo con peor coeficiente UEFA de los que quedan en una competición que se queda sin representantes franceses. Un gol superada la media hora les hizo alimentar el sueño y despertó las alarmas en el Chelsea, golpeado en su sistema nervioso por unos días convulsos por la situación en la que quedan con la caída en desgracia de Avramovich. Pero el susto no fue suficiente y, liderados por un gran Marcos Alonso, un sólido Ngolo Kanté y un activo Azpilicueta, consiguieron dar la vuelta al partido.
Hipermotivados por conseguir la gesta que les colocara por vez primera en su historia en cuartos, los franceses buscaban un gol que colocara la remontada en el terreno de lo posible, pero como les viene sucediendo durante toda la temporada les faltó dinamita en el ataque para superar a la mejor defensa de la Liga de Campeones. Los campeones de Europa no mostraron la misma prestancia que durante la ida y dieron muestras de cierta permeabilidad defensiva por la que el Lille puso emoción en la grada. Yilmaz aprovechó una pérdida del Chelsea a los 7 minutos para procurarse una primera ocasión, pero ya dio las primeras muestras de falta de puntería.
Jonathan David dio trabajo a la defensa londinense, nerviosa y descolocada, que solo recobró algo de calma cuando a medida que avanzaba el encuentro los «blues» se hicieron con el balón y domaron la rabia francesa. Alonso se convirtió en el hombre más peligroso de los ingleses, con una velocidad por las bandas que obligó a replegar filas a los galos. Pero superada la media hora, un balón perdido en el área de Mendy tocó el brazo de Jorginho y, avisado por el VAR, el colegiado italiano Davide Massa pitó penalti, que Yilmaz transformó.
El tanto del turco, el tercero en esta competición, llenó de esperanza al Pierre Mauroy, que comenzó a soñar con la remontada. Pero el Chelsea no se amilanó, recobró el control del duelo y aprovechó un despiste defensivo en el tiempo de descuento para que Jorginho encontrara una grieta en la defensa francesa para servir a Pulisic que cruzó el balón lejos del alcance de Jardim. Un jarro de agua fría para los franceses que contaban ya con incrementar la presión sobre el Chelsea en el segundo tiempo y se marcharon al vestuario con el mazazo del empate en el primer disparo de los londinenses en el partido.
Lo que parecía la primera piedra de la remontada acabó en una decepción para los franceses y en un alivio para los ingleses que veían como ya solo tenían que aguantar media mitad. La intensidad bajó enteros en los franceses, pero un cabezazo de Xeka en el 63 que se estrelló contra el poste de Mendy, devolvió la fe al Lille en lograr la hazaña soñada. Pero de nuevo los franceses se encontraron con la realidad, su falta de mordiente en ataque y la eficiencia de un rival que solo precisó de media ocasión para adelantarse. Fue en el 71, cuando Mount centró al área y Azpilicueta, con la rodilla consiguió su primer tanto este año en Liga de Campeones, el cuarto de su carrera. El gol del español acabó con toda esperanza de los franceses y trajo la serenidad a un Chelsea que seguirá pendiente de lo que se decida en las altas esferas de poder.