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5 abril, 2024En el cierre de la fecha 31 de la Premier League, Chelsea, con Enzo Fernández desde el inicio, se quedó con una victoria increíble en Stamford Bridge, 4-3 ante un Manchester United que en el tiempo de descuento festejaba gracias a dos goles de Alejandro Garnacho, también titular.
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Un duelo entre jugadores del seleccionado argentino celebró el ex River en un 4-3 insólito, después de estar ganando por 2-0 a los 20 minutos del primer tiempo y sufrir una gran remontada del visitante, que estaba 3-2 hasta el décimo minuto de descuento. Garnacho anotó el primero y el tercero para los Diablos Rojos, que mantenían la expectativa de mantenerse cerca de la zona de los puestos de clasificación para las copas internacionales más importantes. El Bichito, una de las figuras del partido, fue reemplazado faltando cinco minutos, cuando Erik ten Hag decidió apostar a defender la ventaja. Salió entre los aplausos de los fanáticos del United y los silbidos de los hinchas rivales. Pero vio desde el banco el desenlace impensado.
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Tras el enojo público del DT Mauricio Pochettino, con declaraciones furiosas sobre el rendimiento del equipo tras el ultimo 2-2 ante el Burnley en el mismo estadio jugando más de medio partido con un futbolista más, los Blues le respondieron cinco días después poniéndose en ventaja muy rápidamente. Apenas habían pasado tres minutos cuando Conor Gallagher tomó un rebote en Raphael Varane, justo de frente al arco y adentro del área, y conectó de derecha para vencer al camerunés André Onana. El arquero tuvo una frágil respuesta después de quedar desorientado cuando el centro que iba al primer palo cambió de rumbo.
Y antes de los 20, Chelsea ya estaba 2-0. Esta vez, gracias a un penal ejecutado por Cole Palmer, que definió de zurda a la derecha, tras una falta de Antony sobre Marc Cucurella al sorprenderlo a su espalda por izquierda. El número 20, que marcó un doblete ante Burnley, lleva cuatro encuentros seguidos por cualquier competencia anotando para el equipo. La falta eficacia que molestaba a Pochettino no estaba siendo un problema en lo inmediato. Pero apareció un descuido en la defensa, Alejandro Garnacho tomó el regalo del mal pase lateral-interior del ecuatoriano Moisés Caicedo y puso el 1-2 en el mano a mano con el serbio Dorde Petrovic. Iban 33 minutos. De pronto, volvieron los nubarrones para los locales cuando el visitante poco había hecho y el local se defendía bien.
Electric atmosphere last night, Blues. 👏#CFC | #CheMun https://t.co/SkRIvBYG4Z pic.twitter.com/GAZDrVuY4L
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Onana sí tuvo una respuesta efectiva poco después ante un remate de Enzo Fernández que sacó al córner con muy buenos reflejos. Y tras ese tiro de esquina que descolgó y puso en juego rápido, en el ataque del United llegó al empate, cambiando de ritmo tras buscar de derecha a izquierda. El portugués Bruno Fernandes llegó por detrás de su compañero Rasmus Hojlund y su marcador Benoit Badiashile para cabecear un centro de su compatriota Diogo Dalot y estableció el 2-2. En 5 minutos, el castillo de naipes se había derrumbado otra vez para Pochettino.
Conor's goal that got us going! 💪#CFC | #CheMun pic.twitter.com/vR3G6uDBTy
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El final del primer tiempo fue con un palo rechazando el derechazo de Gallagher, que se mostró como opción por izquierda en una zona en la que Varane concedía ventajas en lo físico, motivo por el que fue reemplazado en el entretiempo. La eficacia volvía a ser un tema sensible para Chelsea. También, conservar una victoria parcial. Los goles de los Diablos Rojos fueron un mazazo para el ánimo y la confianza de los londinenses. En ese contexto, el segundo tiempo comenzó con Manchester United más ambicioso en un ida y vuelta vertiginoso. Algunos rebotes en el área se apiadaron del local en jugadas consecutivas, después Enzo quedó nuevamente de cara al gol y Jonny Evans lo cruzó justo a tiempo, y Onana puso las manos para evitar el grito de Nicolas Jackson, primero, y de Palmer, luego.
La tensión se sentía en el aire. Axel Disasi festejó efusivamente que llegó a impedir un remate de Hojlund después de haber dado un pase fallido en defensa como el de Caicedo que provocó el primer tanto del United. Esta vez, el francés se recuperó y saldó su error. Se vivía como una final. Y apareció otra vez Garnacho, para empujarla al arco de cabeza anticipándose al arquero luego de un veloz contragolpe liderado por Antony, en una recuperación de la pelota en el propio campo ante un Chelsea desprotegido, con las defensas bajas Gran asistencia del zurdo tras una escapada por la derecha que resolvió con un cambio de frente preciso. Un doblete del delantero para una remontada impensada. Altanero, el número 17 fue a celebrar sentándose sobre los carteles de publicidad, delante de los hinchas del United, con una mueca seria que fue transformándose en sonrisa.
Be the difference on Sunday 🫵❤️#MUFC || #PL
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El cierre fue con Manchester protegiendo el triunfo desde el cuidado de la pelota y Chelsea buscando evitar la derrota con más empuje y actitud que ideas. La cara de Pochettino estaba demasiado seria. Y llegó lo impensado: dos goles en dos minutos para la remontada de Chelsea, cuando ya se jugaban más de los ocho minutos anunciados por el suspenso que puso la revisión del penal con el que Palmer convirtió el 3-3, después de que Dalot se tropezara y cayera sobre Noni Madueke, que se le escapaba. Y en la última acción, los dirigidos por Pochettino mostraron una concentración que no tuvieron sus adversarios. Entonces, jugaron enseguida un tiro de esquina y Palmer recibió muy libre y con tiempo para pensar. ¿Su resolución? Se metió en el área, remató cruzado y, luego de un desvío en el camino, salió a gritar el 4-3, mientras el entrenador argentino corría delante del banco, abrazado a sus asistentes. El castillo de naipes se volvió a poner en pie.
Antony Vs Chelsea (A) 🍿
🔝 What A Match, What A Player! 👑🇧🇷♥️#PL 🧠 pic.twitter.com/YrmQkooh6q
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Lo que era otro partido soñado para Garnacho se convirtió en una noche de desahogo para Pochettino. Si bien Chelsea acumula seis juegos sin perder por cualquier competencia, la derrota lo dejaba muy lejos de sostener la expectativa de pelear por una plaza para una copa. Con 43 puntos y dos juegos pendientes, sigue muy lejos de la chance de clasificarse a la Champions League, pero quedó a sólo cinco del United, que está sexto y encabeza el grupo de los que aspiran a meterse en la Europa League o esperar un cupo extra para el principal torneo de clubes de Europa. Hay margen para sostener el sueño.
Liverpool vuelve a la cima
El onceno de Klopp tuvo todo servido para ser líder de la Premier League. Este jueves recibió a Sheffield United, último en la tabla de posiciones con apenas 15 puntos y a diez unidades de la salvación. Finalmente, los Rojos se impusieron 3 a 1 para afianzarse en la punta en el transcurso de la 31° fecha.
A boss reaction to Macca's goal 😍 pic.twitter.com/3Jq9raJBM3
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Todo comenzó de la mejor forma para el equipo en el que el argentino Alexis Mac Allister -titular- usa la camiseta número 10. A los 17 minutos, el arquero Ivo Grbic, contratado en el último mercado de fichajes desde Atlético de Madrid, intentó un despeje largo ante la presión de Darwin Núñez, delantero uruguayo de Liverpool. El balón dio en el charrúa y se introdujo en el arco de Sheffield, ante la atenta mirada de los hinchas en Anfield. Sheffield, sin embargo, llegó al empate con un gol en contra a los 19 minutos del segundo tiempo. Pero más tarde, el campeón del mundo en Qatar 2022 abrió su pie derecho y lanzó un misil inalcanzable para Grbic, que se transformó en el 2-1 de Liverpool. Quizás haya sido el gol más importante del mediocampista argentino a nivel de clubes. Después, llegaría el tanto definitivo de el neerlandés Gakpo.
A Núñez poco le importó la fortuna en su propio gol, y lo festejó como si en esa conquista hubiera medio título en la Premier League. Lo mismo hizo el estadio, que entendió desde el primer momento la importancia del partido. A la liga inglesa le quedan apenas ocho fechas: todos los puntos que Liverpool se deje en el camino serán vitales para la conquista del título. Y ya se sabe que el equipo quiere ganar todo en el “last dance” del alemán Jürgen Klopp, el entrenador que dejará el cargo a final de temporada tras haber hecho historia.
Las estadísticas del partido, que por momentos fue una contienda entre los extremos de la tabla (el mejor contra el peor), quedaron sepultadas a los 19 minutos del segundo tiempo. Un gol en contra de Conor Bradley puso el marcador 1-1. Hasta este jueves, Liverpool había ganado los seis últimos partidos ante Sheffield United por la Premier League, con 13 goles a favor y apenas uno en contra. Los Rojos querían continuar con la racha, justo en el momento de la temporada en la que más necesitan los puntos.
El gol de Bradley envalentonó a los visitantes que, perdidos por perdidos, fueron con todo en busca del triunfo. A falta de 20 minutos para el final, parecían ellos los que buscaban los tres puntos con más ímpetu que los locales, que pelean con Arsenal y Manchester City por el título en la Premier League. El arquero Caiomin Kelleher debió esforzarse para contener a los rivales en un par de ocasiones, lo mismo que la defensa. Klopp sumó delanteros en cancha e ingresó Cody Gakpo en lugar de Joe Gómez; Curtis Jones reemplazó al húngaro Dominik Szoboszlai en busca de la jugada que le diera los tres puntos a los locales.
El dominio abrumador de la posesión, que ya es un gen principal en los equipos de Klopp, no le dio a Liverpool suficientes jugadas claras como para ampliar el marcador. Las que tuvo, por caso, las desperdició. A falta de 15 minutos para el final del partido, Liverpool había tenido 20 tiros, de los cuales apenas siete acertaron el arco. Y uno de ellos fue gol de carambola, anotado por Núñez. Pero a los 31 minutos del segundo tiempo Mac Allister, un verdadero tractor en la mitad de la cancha, encontró una pelota suelta y, sin miramientos, remató al arco. La pelota ingresó en el ángulo, sin que Grbic pudiera siquiera intentar impedir la conquista del argentino. Un verdadero golazo que bien puede valer una Premier. Y a punto estuvo de convertir el segundo de su cosecha personal en un tiro libre que salvó Grbic con lo justo.
El partido terminó de definirse a dos minutos del final, con Sheffield jugado en ataque y su defensa con grietas por todos lados. El neerlandés Cody Gakpo, uno de los cambios de Klopp, ingresó en posición de nueve, se elevó más alto que su marcador y con un cabezazo suave colocó el balón lejos del alcance de Grbic. El tercer gol llevó tranquilidad a Anfield, que vio cómo el primer puesto en la Premier ya no se les escapaba y terminaban el jueves mirando al resto de los equipos desde lo más alto. Liverpool, con un Mac Allister otra vez estelar, va por todo.