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El Inter de Milán empató 1-1 en el campo del Nápoles y, pese a interrumpir una racha de once victorias seguidas, dio un paso más hacia el título, en una trigésima primera jornada de la Serie A en la que el Juventus se estrelló contra el Atalanta y bajó a la cuarta posición, con su participación en la próxima Liga de Campeones en peligro.
Si el Inter parece lanzado hacia el decimonoveno título liguero de su historia, la lucha por la Liga de Campeones sigue siendo de máxima intensidad en Italia, con Milan, Atalanta y Lazio que no fallaron sus respectivos compromisos y un Nápoles que se mantuvo con amplias opciones con su empate frente al líder. El estadio Maradona napolitano albergó un partido bien preparado tácticamente por ambos técnicos, el interista Antonio Conte y el «azzurro» Gennaro Gattuso, decidido por un gol en propia meta del portero del Inter, el esloveno Samir Handanovic, y un tanto del danés Christian Eriksen.
Fue un punto satisfactorio para ambos y que aumenta el interés en este último tramo de campeonato, con una pelea por la «Champions» al rojo vivo. El Milan de Stefano Pioli acabó con la maldición de San Siro, donde no ganaba desde hace cuatro partidos ligueros, y se impuso por 2-1 al Génova pese a la baja por sanción del sueco Zlatan Ibrahimovic. El croata Ante Rebic y un gol propia meta de Gianluca Scamacca permitieron al Milan blindar una semana su segunda posición y dar un paso de gran importancia hacia su regreso a la Liga de Campeones, su competición favorita, de la que es el segundo club más ganador con siete copas, detrás del líder incuestionable Real Madrid (13).
Bérgamo arriba
Pero el equipo que más fuerte llega en las últimas semanas es el Atalanta, que tumbó al Juventus y le arrebató la tercera posición gracias a un gol del ucraniano Ruslan Malinovsky a falta de tres minutos para final. El equipo de Bérgamo se llevó una victoria trascendental en su lucha por la Liga de Campeones y envió un mensaje claro al Juventus, con el que se verá las caras en exactamente 31 días en la final de la Copa Italia.
«Ya saben que contra nosotros también pueden perder», dijo el técnico Gian Piero Gasperini al acabar el partido que rompió una racha de veinte años sin victorias ligueras frente al Juventus para su equipo. Fue una derrota dura para el cuadro turinés, que no pudo contar con el portugués Cristiano Ronaldo, con problemas en un flexor, y que se encuentra en plena lucha por un puesto en la Liga de Campeones.
El equipo de Andrea Pirlo solo suma dos puntos de ventaja sobre el Nápoles y su último tramo de campeonato todavía prevé choques directos contra el Milan y el Inter. Además, también presiona el Lazio, que encadenó su quinta victoria consecutiva gracias a su 5-3 al Benevento, en un partido marcado por dos goles en propia puerta, un doblete de Ciro Immobile y un tanto de penalti del argentino Joaquín Correa.
Mucho más complicada es la situación liguera del Roma, que cayó 1-3 en su visita al Torino pese a adelantarse gracias a un gol del español Borja Mayoral, quien ya lleva ocho en la Serie A. Sin embargo, un cabezazo del paraguayo Toni Sanabria, exromanista, y las dianas de Simone Zaza y del venezolano Tomás Rincón le dieron al Torino un 3-1 determinante en su lucha por la salvación. El Roma es séptimo en la tabla, a ocho puntos de los puestos de Liga de Campeones, cuando faltan siete jornadas para el final, y con un duelo contra el Atalanta previsto para el próximo jueves. El técnico portugués Paulo Fonseca reconoció que en este momento es «difícil» acabar entre los primeros cuatro. Eso sí, el cuadro romanista en esta campaña se transformó en la Liga Europa, en la que alcanzó las semifinales y retará al Manchester United. Un triunfo en la Liga Europa le entregaría un billete para la Liga de Campeones y le daría el primer trofeo internacional de su historia.
PSG recorta diferencias
Un gol en la última acción del partido del argentino Mauro Icardi y un doblete del Kylian Mbappé proporcionaron el agónico triunfo ante el Saint Etienne del París Saint Germain (3-2) que se acerca al liderato de la Ligue 1 que aún mantiene el Lille. Icardi llevó a la red de cabeza un centro desesperado que frustró a los verdes, que minutos antes, también en el tiempo añadido, lograron empatar por medio de Romain Hamouma un choque con un final loco.
El delantero argentino y el astro francés resolvieron la papeleta al campeón que mostró su cara más gris, plagado de imprecisiones y condicionado por esfuerzo del martes pasado en la Champions. Bastó con el delantero parisino que elevó a veintitrés su cuenta goleadora. Es el mejor artillero de la competición. Empató con un gran gol y resolvió al transformar un penalti que provocó.
Fue un París Saint Germain de circunstancias. Mauricio Pochettino no pudo contar ni con Neymar ni con el argentino Leandro Paredes, sancionados, ni con Keylor Navas por enfermedad, ni con Marquinhos, lesionado. Además, el preparador argentino dio descanso a Ángel Di María, Julian Draxler, Mauro Icardi o Marco Verratti, que empezaron en el banquillo. Así, el once parisino, plagado de novedades, contó con Sergio Rico en la portería, Thilo Kehrer en el centro de la defensa y los españoles Pablo Sarabia Ander y Herrera así como Rafinha Alcántara, que también salió de inicio.