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Una derrota ante el Everton hace un mes pareció desembocar en el descalabro del Arsenal, un tropiezo que se vio como la caída en desgracia de los de Mikel Arteta, que al fin eran vulnerables El Arsenal ya no tiene partidos pendientes. La renta es la que es. A partir de este miércoles, la lucha con los de Pep Guardiola es codo a codo y con un colchón interesante; pero lejos de ser definitivo.
Los tres puntos que se labraron en el Emirates sirven para alejar al City en la tabla, pero no para dejarlo atrás. Con trece jornadas aún por disputarse, a esta Premier League le queda mucha margarita por desojar. El test del Everton era importante para los de Arteta por lo ocurrido hace un mes en Goodison Park, cuando en el estreno de Sean Dyche, un gol de cabeza de James Tarkowski inició un periodo de tres encuentros del Arsenal sin ganar.
Tras una liga impecable, el cuadro ‘Gunner’ se vino abajo y pareció doblar el brazo frente al poco piadoso City. Tocaba este miércoles demostrar que aquello fue un tropiezo y lo hizo de la mano de la autoridad de Saka, el jugador de la liga si el Arsenal acaba con el título. El extremo inglés se infiltró en el área, se vio solo y también le percibió Zinchenko, que filtró un pase ante la pasividad de la defensa del Everton, que por acciones como esas está en la posición que está. Saka se giró y clavó la pelota en la escuadra del primer palo. Golazo de figura mundial.
Y si era un drama el Everton en defensa, Idrissa Gana Gueye lo confirmó con una siesta en el descuento de la primera parte. Se durmió, le robó la pelota Saka y Martinelli, solo en el mano a mano, superó a Pickford. El tanto fue anulado, por presunto fuera de juego del brasileño, pero el VAR cambió la decisión y provocó que el Arsenal se fuera con un comodísimo 2-0 al descanso.
No tiene pólvora el Everton para levantar un resultado así. La libreta de Dyche va por otros derroteros y su equipo quedó para el arrastre, para que en una contra, Leandro Trossard le sirviera el tercero a Odegaard, que ha marcado nueve goles y repartido seis asistencias en esta Premier, confirmando la mejor temporada de su carrera deportiva. Con el Everton en la lona, Zinchenko combinó con Eddie Nketiah y Martinelli en boca de gol completó su doblete e insufló un nuevo ánimo al Emirates, que ve que las jornadas pasan y siguen siendo líderes.
«¡Somos los primeros, somos los primeros!», gritó el estadio del Arsenal, que se va a dormir con cinco puntos por encima del City y con el objetivo de mantenerlos en las trece jornadas que quedan. El Everton, al borde del drama, está en descenso, en vigésimo octava posición, a un punto del Leeds United.
Anfield celebra triunfo Red
Una gran jornada de fútbol con lo que fue la victoria de Liverpool por 2-0 frente a Wolverhampton Wanderers en la continuidad de una Premier League que se ajusta en todas las peleas. El encuentro empezó bastante parejo y se mantuvo así durante todo el primer tiempo, donde los Reds fueron levemente mejores y tuvieron una chance más de ponerse en ventaja, algo que no aprovecharon.
La primera oportunidad fue para los Wolves a los tres minutos de juego con un centro atrás de Raúl Jiménez casi sobre la línea de fondo hacia Joao Moutinho, quien remató al ángulo inferior del palo derecho para toparse con la atajada de Alisson. De los arqueros se trató esta primera mitad de partido, ya que del otro lado también tuvo una gran actuación durante este lapso José Sá para los Lobos, siendo incluso más determinante que su contraparte brasileña.
La combinación Darwin Núñez-Harvey Elliott fue la más influyente para los Reds. A los 38′, el atacante uruguayo sirvió de pasador con un centro perfecto a la cabeza de su compañero, quien remató algo desviado al segundo palo. Sin embargo, la segunda ocasión que estos dos jugadores crearon fue la mejor. Casi sobre el cierre de la primera parte, el charrúa recibió un pelotazo largo al área y se la bajó de pecho al inglés, quien de primera remató de sobre pique con su pie derecho para la estirada y tapada del arquero rival.
Ya en el complemento, el conjunto dirigido por Jürgen Klopp pasó a ser un dominador prácticamente total de las acciones y a los 65′ Núñez aprovechó una serie de rebotes para marcar el primero, aunque la anotación fue invalidada por una falta previa. Pero el equipo de Merseyside finalmente se puso en ventaja a los 73′ con el tanto de Virgil van Dijk, quien la tuvo de cabeza en una primera instancia que estuvo cerca para no fallar en la segunda con otro frentazo al centro del arco.
Esto significó un golpe anímico para ambos, y los dueños de casa le sacaron el máximo crédito para estirar la diferencia a los 77 minutos con una gran acción por izquierda del griego Konstantinos Tsimikas, quien se metió al área para dejarle la pelota servida a un Mohamed Salah que solo la tuvo que empujar para el festejo. De esta manera, Liverpool alcanzó los cuatro partidos en fila sin derrotas en la Premier League, con tres victorias en sus últimos cuatro duelos, y quedó a seis puntos de puestos de UEFA Champions League con un encuentro menos.