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Jorge Vergara, dueño de Chivas, ha cometido diversos errores con el equipo que le han costado el amor y credibilidad de la afición; sin embargo, el adiós de Matías Almeyda se convirtió en el que más le reprocharán los seguidores del cuadro tapatío.
El timonel argentino se ha despedido de los rojiblancos, todo debido a que Vergara propició un descontento al interior del equipo tras una reestruturación de la planeación de la directiva, además de no cumplir con algunas de las peticiones de El Pelado. Pero no sólo con Almeyda se han suscitado este tipo de problemas, pues el dueño del combinado de Guadalajara es todo un ‘estuche de monerías’ cuando se trata de dichas situaciones. Si bien Chivas es un equipo grande, la poca tolerancia por parte de las altas esferas del Rebaño han hecho que técnicos y directivos tengan el tiempo contado desde su llegada a la institución.
Tal es el caso de entrenadores como Raúl Arias, quien sólo duró siete encuentros al frente de los tapatíos, sin siquiera tener la oportunidad de laborar de manera contundente con los rojiblancos. Caso similar ocurrió con el argentino carlos Bustos, que dirigió a las Chivas durante 16 encuentros, para después ser despedido por Vergara y compañía. La Volpe sufrió un destino parecido en 2014, cuando salió del club tras apenas tres partidos, por una situación de acoso sexual a la podóloga del equipo, lo que propició una salida tan pronta. Uno de los casos más recientes es el de José Manuel de la Torre, cuya salida se vio marcada por la llegada anticipada por parte de Matías Almeyda, en otro de los casos del maltrato que tiene este equipo hacia sus entrenadores.
El divorcio de Jorge Vergara y Angélica Fuentes se convirtió en una de las principales afectaciones para las Chivas, pues su mujer se encontraba al frente la compañía Omnilife, parte de todo el emporio del mandamás rojiblanco. Las deudas se hicieron presentes en el club, lo que propició que hubiera cambios en la estructura, así como se buscó que jugadores importantes abandonarán las filas del equipo, con el único motivo de recuperar cantidades importantes de dinero. Además, el recinto rojiblanco perdió el nombre, por lo que Vergara tuvo que buscar un nuevo patrocinador para éste, así como para el uniforme, caracerizado por no tener publicidad a lo largo de la playera.
Chivas ha mostrado que a la hora de contratar a futbolistas que puedan darle fuerza al club, se termina quedando corto y recula en las fuerzas básicas o en juveniles de otros equipos que no cuentan la experiencia suficiente para un equipo de su talla. En el Draft del torneo anterior, el Rebaño buscó los servicios de Henry Martín, ahora jugador de las Águilas; sin embargo, a la hora de la negociación mostraron poca eficacia y el futbolista yucateco terminó siendo convencido por los de Coapa. Los rojiblancos también intentaron, en alguna ocasión, hacerse con lo servicios de Javier Aquino, quien también se le terminó escapando a la directiva rojiblanca, pese a que era uno de sus principales objetivos.
No se diga de Hirving Lozano, quien fue buscado por los tapatíos antes de que emigrara al futbol de Holanda; como en los casos anteriores, Chivas se quedó con las manos vacías y sin poder fichar al delantero. Chivas lo ha demostrado, el mal trato por parte de la directiva y las altas esferas, así como las deudas, han propiciado para que el equipo deje escapar a algunos de sus futbolistas más importantes. Desde la salida de Oswaldo Sánchez, quien terminó jugando con Santos, hasta Rodolfo Pizarro, quien fue vendido a Rayados, tras la finalización del Clausura 2018. Poco ha hecho el Rebaño para evitar que la fuga de sus mejores elementos no se lleve a cabo, perdiendo a algunos de sus jugadores más importantes sobre el terreno de juego.