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Luka Modric ejecutó a Francia al convertir un tempranero penalti que eliminó a los galos de la posibilidad de alcanzar la fase final de la Liga de las Naciones, un golpe inesperado para los actuales titulares del torneo y campeones del mundo.
Sólo se había llegado al minuto 5 cuando, a la salida de un córner, Konaté pisó el tobillo de Budimir y el árbitro señaló un penalti que, pese a las protestas francesas, fue confirmado por el VAR. El eterno Modric, alma de Croacia y eje del Real Madrid, asumió la responsabilidad y no perdonó. Aunque Maignan adivinó la dirección del lanzamiento no logró detener el balón.
El técnico francés, Didier Deschamps, había decidido dar una oportunidad a la joven revelación Nkunku y dejó a Griezmann en el banquillo, con un once experimental que también prescindió de pesos pesados como Kanté. Sin embargo, cualquier plan que tuviera el seleccionador francés se frustró con el rápido gol croata. A partir de ahí, el mediocampo croata con un gran Modric al frente controló el ritmo del partido de la primera mitad, sin permitir grandes ocasiones de los «bleus».
Deschamps decidió meter más dinamismo tras el descanso, con Pavard para percutir por la derecha y el nuevo fichaje del Real Madrid, Tchouaméni, en el eje del centro del campo. Francia comenzó a asediar con más peligro a Ivusic, que sacó un par de remates de Mbappé. Los galos tuvieron más posesión y control, lo que se tradujo en más ocasiones y tiros, las ocasiones no fueron especialmente claras. En cambio, Croacia no desdeñó los contraataques, que permitieron lucirse a un Maignan que jugó en lugar del habitual Llores.
Casi a la desesperada, Deschamps recurrió a Griezmann en el minuto 80, pero la acumulación de talento en la delantera francesa (con un Benzema inédito) no logró romper el cerrojo dispuesto por Zlatko Dalic, el seleccionador croata. Benzema tuvo una ocasión postrera con un cabezazo en el último minuto del descuento que Ivusic envió a córner con apuros cuando parecía que el balón entraba. Para Croacia, derrotada por Francia en la final del último mundial, el encuentro supo a una pequeña revancha. Francia queda de momento última de su grupo y sin opciones de pasar a la fase final del torneo.
Vikingos doblegan Austríacos
Dinamarca se reencontró con el triunfo (2-0) en una convincente actuación frente a Austria, su víctima favorita, a la que liquidó en una notable primera parte, y asentó su inesperado liderato en el grupo. A falta de dos jornadas, los daneses son primeros con nueve puntos, por los siete de Croacia, con Austria con cuatro y opciones remotas y Francia, la favorita, ya eliminada.
Austria nunca había ganado en Copenhague y sumaba por derrotas sus últimos cuatro enfrentamientos contra la Dinamita roja, el más reciente, hace diez días en Viena (1-2), en un partido en el que mereció más. Ni rastro del equipo enérgico de Rangnick se vio en el Parken. Los austríacos -sin Alaba, lesionado, aunque sentado en el banquillo- estuvieron torpes en la salida de balón y concedieron mucho atrás ante un rival que también presentaba varias bajas por problemas físicos y reservó a Eriksen de entrada.
Dinamarca, que tuvo un arranque brillante con triunfos en París y Viena, venía de perder en casa contra Croacia en un partido algo gris. Hjulmand decidió regresar a la línea de tres centrales, el esquema que más réditos le ha dado y que más libertad concede a sus carrileros, sobre todo a Mæhle. La selección danesa empezó a acumular ocasiones: un cabezazo de Cornelius, otro zurdazo suyo junto al palo, un tiro lejano de Jensen o un testarazo franco de Mæhle que pudo haber pasado a Wind, solo con el portero batido.
El lateral del Atalanta se redimió dos minutos después con una internada fabulosa y un pase atrás al delantero del Wolfsburgo, que abrió el marcador en la cancha del Copenhague, su antiguo equipo. El partido se calmó un poco. Austria tuvo más la pelota pero era inofensiva. Hasta que el trío de atacantes locales se sacó una gran jugada de la manga. Cornelius abrió para Wind, que dejó solo delante del portero a Skov Olsen, autor del 2-0 con una fina definición, redondeando una muy buena primera parte danesa.
Con el carrusel de cambios en el descanso, media docena en total, el partido perdió ritmo. Más igualada la posesión, pero seguía siendo Dinamarca la que combinaba con más sentido y amenazaba, aunque sin concretar en peligro real. En una jugada aislada, Laimer le robó la cartera a Jensen y dejó frente al arco a Kalajdzic, que la mandó a las nubes. Austria pareció animarse un poco y Rangnick cambió de pareja de atacantes con Gregoritsch y Arnautovic. Pero quien despertó fue Dinamarca, con dos tiros desviados casi seguidos de Billing y Wind, el mejor de su equipo esta noche.
Højbjerg, otro de los destacados hoy, tuvo el tercero en una internada por la banda derecha, pero con poco ángulo. Y, poco después, Stryger Larsen. O Eriksen en un lanzamiento al palo. Dinamarca, que sigue en la nube que la llevó hace un año a las semifinales de la Eurocopa, se jugará la clasificación en septiembre contra Croacia en Zagreb, un desenlace por el que nadie hubiera apostado hace diez días.