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El Barcelona se jugaba la disputa por el título en el Camp Nou contra el Atlético de Madrid. Los culés no podían permitirse volver a fallar… y lo hicieron. Otro empate en un partido en el que les condenaron los errores en las áreas y los penaltis. Los de Quique Setién no carburan.
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El Barcelona pecó de concentración y mala suerte dentro de su propia área. El Atlético de Madrid apenas llegó con peligro al área culé, pero sacó dos penaltis. Uno por un error al medir la entrada de Arturo Vidal y el otro por mala suerte en una carrera entre Nélson Semedo y Carrasco. Las penas máximas les costaron dos goles. El fútbol total, el legado de Cruyff y el estilo made in Barcelona consiste en mover el balón de un lado a otro para cansar a los rivales. Mientras el balón se mueve, los compañeros avanzan sin balón, buscan espacios y se ofrecen para asegurar que este siga rodando. Ni una cosa ni la otra. El ataque del Barcelona fue completamente estático, sin velocidad en la transición ni visión del espacio.
El técnico del Barcelona, pese a que los blaugranas no conseguían esa velocidad necesaria para sacar el partido hacia adelante, no tiró del banquillo. Solo Sergi Roberto pudo aportar algo al juego de los barcelonistas. Ansu Fati salió en los últimos 10 minutos y el cambio por Griezmann, más que una sustitución fue una broma pesada. No debió sentarle bien al galo. El Atlético de Madrid se encerró atrás y dio el balón al Barcelona, esperaron agazapados para salir a la contra. Esta situación parece propicia para que Jordi Alba se incorpore al ataque, cree superioridad y genere peligro. No fue así. Sin embargo, no todo ha sido malo. Los culés al menos tienen un punto de apoyo al que sujetarse de aquí a final de temporada.
El argentino volvió a jugar a buen nivel. Pese a los desencuentros con el cuerpo técnico, él está decidido a luchar por pelear el campeonato y sigue dando detalles de calidad en cada partido. Botó el córner que terminó en gol en propia puerta de Diego Costa y lanzó el penalti a lo Panenka para el segundo de los suyos.
De Valverde a Setién y su balance
El entrenador del Barcelona, Quique Setién, calificó de «pena» el empate cosechado contra el Atlético de Madrid en el Camp Nou (2-2) y admitió que su equipo tiene «cada vez más complicado» el título de liga. El técnico instó a sus jugadores a «seguir trabajando. Es una pena, porque cada vez lo tenemos más complicado. Dejarnos estos puntos supone que nos alejamos del título, pero hay que seguir trabajando», opinó. En este sentido, Setién se mostró «bastante contento» con la actuación de su equipo, aunque lamentó no «haberle hecho más daño» al Atlético, un equipo con «jugadores muy disciplinados».
El preparador cántabro apostó este martes por un 4-4-2: «Hemos pasado a hacer cosas diferentes. Pensábamos que nos sería suficiente jugar con Messi y Riqui Puig más adelantados». Sobre la situación de Antoine Griezmann, que encadenó la segunda suplencia consecutiva y entró al césped en el tiempo añadido, el preparador cántabro defendió la decisión. «A Griezmann le veo bien. El problema es que no pueden jugar todos y hay que decidirse por algunos. Siempre piensas que en un momento determinado puede hacer algo. No lo he hecho antes porque estábamos jugando muy bien. A Suárez siempre hay que tratar de tenerle, a Messi también, porque no sabes nunca lo que va a pasar. No es fácil encontrarle sitio sin desestabilizar el equipo», explicó.
Qué dijo Simeone
Tras el empate cosechado en el Camp Nou (2-2), el técnico del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, felicitó a sus jugadores porque jugaron «el partido que se habló y se entrenó». «El equipo jugó el partido que se habló y se entrenó. Fuimos un equipo que trató de defenderse ordenadamente y que en cada contragolpe tenía opciones de gol», analizó en declaraciones a Movistar LaLiga. El preparador argentino calificó el encuentro de «muy entretenido» en el que felicitó a Yannick Ferreira Carrasco, que forzó dos penaltis, 10 por su actuación.
«Está mucho más fino, vertical, está volviendo a su mejor versión, a la de su primera etapa», destacó sobre el delantero belga. Sobre la situación de su equipo, tercero con dos puntos de ventaja con respecto al Sevilla, señaló que «queda mucho» y que va a ser «durísimo» terminar entre los cuatro primeros. Por último, preguntado por la situación de su expupilo Antoine Griezmann en el Barcelona, que entró al césped en el minuto 90, Simeone respondió con un lacónico «sin palabras».